Los estudios decoloniales dictados por europeas y europeos
en las universidades del color de la tierra, saben a apestoso trapo viejo. Se
parecen tanto a los estudios feministas dictados por ciertos tipos con sus privilegios
intactos que se potencian con el capital intelectual-politico de llamarse “feministos”
y se parecen, también, a los tipos que hacen sus “nuevas masculinidades” y
cuyos análisis les alcanzan tanto como para solicitar fondos destinados a programas
de y para mujeres. Se llama posmo-cinismo
y nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario